Dentro de la Guerra al Derroche, la Calidad en la Fuente (o Autocalidad) busca eliminar completamente los rechazos y retrabajos.
Su objetivo es el Cero Defectos bajo un principio fundamental:
La Calidad no se controla, la Calidad de produce.
Para ello cada fase del proceso debe producir una unidad buena de forma que el producto final sea bueno, sin más controles.
Para ello cuenta con cinco herramientas fundamentales que buscan impedir el error o detectarlo y bloquearlo en el punto en que se produce.